jueves, 26 de noviembre de 2015

Carlos Caballero: “Ahora los cocineros tenemos un caché y un prestigio que antes no existía”



Carlos Caballero Sanguino, jefe de cocina de La Deriva y ex concursante de Top Chef, afirma que “es feliz con lo que hace y que va a dedicarle a su profesión el tiempo que haga falta”


Carlos Caballero Sanguino, fuente.

“La cocina me ha dado muchas satisfacciones, a pesar de todo el sacrificio ”.

“Ser cocinero supone sacrificar tu vida personal en muchos sentidos”.

Por: Lola Palanco Ruiz


Carlos Caballero Sanguino (Ayamonte, Huelva, 24 de febrero de 1978), es cocinero y obtuvo el título en la Escuela Superior de Gastronomía de ACYRE en 2001. Ha vivido experiencias muy diferentes, que le han formado como el profesional y la persona que es hoy. A la vez que estudiaba, colaboraba en el departamento I+D del restaurante Café de París en Málaga. Cuando ya era oficialmente cocinero, entró como gerente en La Rebaná, una taberna de cocina tradicional malagueña, donde estuvo durante 15 años . A sus 37 años, vivió el cierre de este restaurante que ha formado parte de su vida tanto tiempo. Logró salir a delante y concursar en la última edición de Top Chef, un programa de televisión gastronómico español. Ha sido una oportunidad decisiva en su vida, lograda gracias a su carácter positivo y luchador. Ahora es el jefe de cocina de La Deriva, un conocido restaurante malagueño.
"El postrazo" de Carlos; 
bizcocho de naranja, zanahoria y chocolate blanco,
Fuente: L. Palanco 

¿Qué significa para usted la cocina y qué le aporta su profesión a la hora de desempeñarla?
Para mí, la cocina lo es todo. Quise ser cocinero porque desde pequeño siempre me ha gustado hacer algo con mis propias manos y que la gente pueda disfrutar de ello, eso es algo fantástico. Creo que no hay nada mejor que lo que pasa alrededor de una mesa. Me considero una persona muy servicial, me gusta agradar a la gente y la cocina es una vía que me permite hacerlo. Tengo una vena creativa desde que nací en la cocina, a la hora de crear y combinar platos nuevos.

¿Cómo comenzó su pasión por la cocina, fue vocación, tradición familiar o por alguna anécdota concreta?
Hermanos y madre de Carlos,  Fuente.
Lo mío claramente fue vocación. Desde pequeño, los fines de semana cuando mi madre no trabajaba, me metía con ella en la cocina a ayudarle. Solía levantarme antes que nadie en casa para hacer churros caseros los domingos por la mañana. Realmente disfrutaba con ello.  Soy el pequeño de dos hermanos, y como todos tenían carrera, mis padres querían que siguiese el mismo camino que ellos, pero yo estaba encaprichado con la cocina. Siempre que me he propuesto algo lo he conseguido, y así empecé a apuntarme a cada curso de cocina que salía. Comencé con la repostería en una residencia de monjas de Málaga, que para niños era lo más fácil, y allí aprendí todo tipo de técnicas que aún me sirven en mi día a día. No se me plantearon grandes dificultades a la hora de elegir mi profesión, pero pienso que los sueños cuando los persigues, por difíciles que sean, los terminas alcanzando.  

¿Con qué tipo de cocina se identifica más, con la tradicional o con la innovadora, y qué técnicas suele aplicar?

Segundo plato; Salmón, en La Deriva
Fuente: L. Palanco.
Si te digo la verdad, cuando me preguntan sobre  la cocina tradicional y la moderna o innovadora, yo siempre respondo que hay solo dos tipos de cocina y no son esas, son la buena y la mala. Una cocina tradicional buena, es para quitarse el sombrero y una cocina tradicional mala, no es ni para los perros… También es cierto que cada cocinero tiene su técnica. Siempre nos preguntan el porqué de realizar un tipo de cocina u otra, y mi respuesta es siempre la misma, porque sí, porque es lo que me gusta.
Durante mi estancia en La Rebaná, solía usar la técnica de rotación, es decir, los mismos ingredientes en diferentes platos, porque no tenía una cocina con tanta capacidad como la que tengo ahora en La Deriva y necesitaba una carta funcional. Era una manera de hacer platos distintos, con productos similares y sin que el cliente percibiera esta rotación.  

¿Quién es su referente en la profesión y cuál es su forma de cocinar?
Carlos Caballero y Ángel León,  Fuente.
Mi referente en la cocina sin duda es Ángel León, con el que he tenido la gran oportunidad de trabajar. Me parece que hace un trabajo brutal de investigación, llevando productos nobles a su máxima expresión, en vez de irse a lo fácil trabajando con productos de primerísima calidad. Él, como yo, lucha por una cocina andaluza. Pero mi mentor en la cocina es José Carlos García, con el que he estado desde mis comienzos. Su cocina es de producto, en la que trata materias primas muy buenas. Las cocinas de ambos me gustan, porque lo que defiendo es una cocina con identidad en la que aparezca la personalidad de cada cocinero, y ambos lo logran. Los cocineros, como los diseñadores de moda, arquitectos y demás artistas, dejan sus coletazos en las creaciones.

¿El cierre de La Rebaná, su anterior restaurante, supuso para usted una oportunidad para crecer en la profesión o un golpe difícil de superar?
La Rebaná, Fuente.
Tengo que decirte que fue un golpe muy duro… Pero yo siempre procuro ver el lado positivo de las cosas y vi que era mi oportunidad para poder crecer. Ten en cuenta que yo empecé allí justo al terminar mis estudios, con 21 años cogí la cocina, me hice cargo de 12 trabajadores y estuve allí 15 años. Para mí,La Rebaná ha significado mucho, ha sido mi vida. Pero también es cierto que me quedé estancado, le tenía mucho aprecio y mucho cariño, y eso me impedía crecer. A veces, nos arraigamos demasiado a lo que tenemos. Tras su cierre, saqué fuerzas y volví a presentarme por tercera vez a Top Chef, las anteriores veces me quedé a las puertas, y en esta ocasión logré entrar. Y ahora soy jefe de cocina de un restaurante en el que puedo mostrar la esencia de mi cocina.
Top Chef, fuente.

¿Es cierto que para ser cocinero ha tenido que sacrificar muchos aspectos de su vida?
Es una profesión muy sacrificada, hay pocos que la eligen por eso mismo. Yo estoy en el restaurante todo el día. Tienes que saber adaptarte a cualquier cambio que se te presente, y más si llegas nuevo a un sitio que ya llevaba camino hecho, como es mi caso en La Deriva. Esto supone mucho sacrificio y es difícil. Al tener que dedicarle tanto, es complicado mantener una relación de pareja, o formar una familia. Siendo cocinero renuncias a muchos aspectos de tu vida personal.

¿Qué satisfacciones le ha dado su profesión?
Si haces lo que te gusta, las satisfacciones son infinitas. Desde pequeño soy feliz con lo que hago y voy a dedicarle el tiempo que haga falta. Cuando alguien me comparaba con mis hermanos, que uno es economista y el otro ingeniero, diciendo que la profesión que yo había elegido era mucho más sacrificada y tenía menos prestigio que las otras, mi madre respondía que yo era feliz con lo que hacía, y que con eso bastaba.
La cocina me ha dado muchas satisfacciones en la vida, me ha permitido viajar a los cinco continentes, conocer a mucha gente relevante en el mundo culinario, he tenido la suerte de cocinar mano a mano con Joan Roca, por ejemplo. Es sacrificado, como cualquier profesión, pero me da muchísimas recompensas.

¿Ha tenido alguna lección a lo largo de su carrera profesional que haya aplicado en su vida?
De lo negativo siempre saco lo positivo, y puedo decir que me ha dado una lección dura. Después de tener un negocio puntero durante 15 años, donde el teléfono no dejaba de sonar, las reservas se amontonaban, me veo desolado al tener que cerrarlo. Muchas amistades que en los tiempos de bonanza me apoyaron, después del cierre del restaurante desaparecieron. Esto me enseñó que el sector se mueve mucho por intereses, y he podido aprender de ello, valorando más a las personas que me han acompañado siempre.

¿Hay alguna anécdota que le haya marcado, o que sea digna de recordar?
Participando en la Ruta de la Tapa Cerveza Victoria en Málaga, en una ocasión se me acercó una madre con su hijo pequeño y me dijo que el niño había puntuado mi tapa con un diez, porque era la que más le había gustado de toda la ruta. Recuerdo esto con cariño porque a mí me gusta mucho el público infantil, pienso que tienen mucha nobleza. Ellos solo tienen un criterio, lo que está bueno y lo que está malo. Les gusta mucho el mundo de la cocina. De hecho, hay muchos niños seguidores de Top Chef que te reconocen cuando te ven por la calle.

¿Qué oportunidades a nivel profesional y personal le ha brindado el hecho de participar en un concurso como Top Chef?
Algunos concursantes de Top Chef, fuente.
Pienso que ha sido una oportunidad magnifica para dar a conocer más mi cocina. Me ha permitido aprender mucho, y enseñar lo que he aprendido a gente de mi entorno. He conocido a muchísimas personas a raíz del programa, mi clientela ha aumentado, y me ha dado entrada a un mundo que empieza ahora realmente. Ha sido una experiencia inolvidable. Ahora me toca seguir trabajando en lo mío, disfrutando más que nunca.

¿Qué es lo más importante que le ha enseñado su experiencia en Top Chef?
El "postrazo" de Carlos, junto a Chicote, Fuente.
Allí aprendes sobre todo la capacidad de reacción. No puedes hacer tu cocina, te ponen unos ingredientes que tú no conoces y tienes que sacarle el máximo partido. Es una experiencia más dentro del mundo de la cocina, distinta a las demás. Lo mejor sin duda han sido las grandes personas que he conocido y que me llevo conmigo.

Del jurado de Top Chef, ¿quién es para usted el más objetivo a la hora de criticar los platos?
Chicote, sin duda. He de reconocer que, a mí, él nunca me ha dicho nada realmente negativo. Hay concursantes que le retan, que le buscan las cosquillas y le enervan. Él siempre pide lo que quiere, y lo que no tenemos que hacer es salirnos de ese esquema. Si conoces su manera de ser, es fácil pillarle el punto. Paco es una bellísima persona, no tiene la picardía de Chicote y Susi queda un poco solapada entre ambos compañeros…

¿Cuál ha sido el plato que más le ha pillado por sorpresa durante el concurso?

Sin duda, el último. Nos dieron una caja con productos que yo no controlaba. La pasta de curry y el coco tenían salida, pero había un ingrediente que era el papadum que no sabía donde ubicar ni como cocinarlo. También me tocó jamón cocido, y ya si que me perdí en la elaboración, lo cual me costó la expulsión de Top Chef.





Fuente: L.Palanco.
En La Deriva, restaurante de Málaga.
Fuente: L.Palanco.















































sábado, 7 de noviembre de 2015

El Secreto de la Felicidad

No te equivoques. Es algo que no depende en absoluto de nadie. Sólo y exclusivamente de ti. Depende de tu mente, de tu madurez y de tu actitud. La tranquilidad emocional no te la proporciona una persona, te la da la seguridad que tienes en ti mismo, la autoestima, la capacidad de dominarte. 



Si dependiera de alguien que no fueras tú, ten por seguro que no existiría. La parte buena de esto es que eres la única persona que nunca te va a dejar ni un solo instante, el mismo que va a ser capaz de darte ese estado tan deseado, y tan anhelado.
Es muy sencillo, y  la vez complicado. Quizá podría decir que es lo más difícil que se te va a presentar en la vida por conseguir, y a la vez lo más fácil. En el concepto mismo lleva impresos ambos polos.

Apaga la música un rato, y quédate en silencio. 



Deja que las cosas fluyan. Una persona muy importante para mí me dijo: "Nunca podrás controlar todo, y el día que pretendas hacerlo, serás infeliz hasta que recapacites". 

Tu propia paz interior te la dará. No la busques en sí, porque no la vas a encontrar. No hay un camino, hay un método. No hay unas reglas, hay un truco. No la busques como fin, porque no funciona como tal. 



No te exijas niveles imposibles, todo es progresivo. No quieras todo ya , y ahora. Aprende a esperar. Comienza a asimilar. Olvida y aparta lo tóxico, lo que te impida avanzar. Deja lo teórico y recurre a lo práctico, que aunque a veces parezca imposible, te aseguro que existe. 

Escucha a tu alrededor, valora y aprecia lo que tienes, lo nuevo que llega a tu vida, y lo más difícil de todo, asume los cambios. 
Vé con poco equipaje, porque vas a tener que andar mucho. 

Deja las manías a un lado, adáptate al mundo. Deja los prejuicios atrás. Nada es tan bueno como parece, ni tan malo como dicen. No hay extremos. Los creas tú. 



Piensa que todo pasa por algo, y que nada es casualidad. No hay persona que se cruce contigo por la calle ni piedra con la que tropieces en vano. En ese momento pasa por tu lado. Solo los hábiles de locura la perciben. 

Quiere y déjate querer. Madruga todo lo que puedas, y no te levantes hasta las 12. Vete lejos. Vuelve. Y cuando vuelvas, ríete de ti, de mí, del flipado que tienes al lado, del imbécil de ayer, del estúpido de mañana, y del dueño de tus sueños. Ríete de todo lo que no logres. Quizás no sería tan estupendo como tú pensabas. 


Lo más importante, tómate la vida con calma, pero tampoco con demasiada. Los únicos felices son los chalados, los pirados de verdad. Que a partir de hoy se conviertan en tu ejemplo a seguir, porque los vas a necesitar. 


Tú eres tu felicidad. No lo dudes nunca. 




domingo, 25 de octubre de 2015

Un domingo cualquiera


 El Desván Del Duende

Una madrugada naufragamos en el patio del olivo

que daba sombra sobre la pared.
Me dio el amanecer vértigo de sus manos
y un revuelo de palomas en el corazón.
El brillo de los amores nuevos no le duraba,
llegó como si todo supiera a casi nada.
Y apenas la vida me dejó colgando de su boca,
apenas mi universo en sus andares se llevó.




Te llevaré enterrada entre mis ropas

donde lloran las gaviotas siete mares.
Que se me olvida caminar sin tus andares,
feliz tan sólo por cantarte a los pies de la luna.
Y al lamer de las orillas bajo un sol que nos mordiera las miradas
y cómo me iba yo a morir un día tan bello,
vendavales de besos nos azotan las miradas.


Llevo tras de ti cien vidas, cien vidas y una tarde de invierno.

No sabes niña cuánto te he echado de menos
dentro de este corazón que no se cansa de esperarte.
Yo por querer quisiera darte... 



El brillo de los amores nuevos no le duraba,

llegó como si todo supiera a casi nada.
Y apenas la vida me dejó colgando de su boca,
apenas mi universo en sus andares se llevó.
Dónde nos quedó la voz, dónde apenas un suspiro solo canta
la primavera que me estalla en la garganta,
dormido cuando el universo marchó en tu caminar.
Y el espejo de tu sombra del cristal con que la mire soy si quiere,
y late dentro un campo entero de amapolas.
Caminas y se ensancha el parque.



viernes, 2 de octubre de 2015

Cuentos que de cuento tienen poco


Vuelvo a escribir. Después de abandonar mi pasión durante el tiempo que consideré oportuno, aquí estoy de nuevo. 

Hoy merecen mi tiempo una de las grandes frustraciones de un comunicador; la imposibilidad o la dificultad de poder expresar todo lo que uno querría. Los momentos clave de nuestro día, un segundo al cruzar una calle, una mirada, una rara coincidencia, cada vez que percibimos una señal, que en el fondo sabemos qué significa, pero no controlamos la manera de darla a conocer a los demás. 
Es una situación, que si eres persona, sabes a lo que me estoy refiriendo. 
Una bonita canción, una canción que evoca el pasado, que hace recordar momentos significativos ya vividos. Eso quiero transmitir. Una serie de pensamientos abstractos, microcuentos que harán reflexionar. Aunque de cuento tienen poco. 

Viernes 2 de octubre, 23:58... 


No van lejos los de a delante, si los de atrás se van. 14:00 p.m. Seguramente no sería esa hora exacta. Mi madre y yo no solemos ser muy puntuales. Montadas en el coche, a punto de salir de viaje de vuelta, mientras mi cubano entonaba en el altavoz del Honda CRV. El verano se había acabado, y con él, todos los momentos irrepetibles de ese año, un año distinto, un año con mucho que contar. Un capitulo cerrado con lagrimas. Inspiración de Polo, que aunque sus palabras ayudaban a levantarte, el ritmo hacía que te hundieras más. 







Ya estaba oscureciendo. A punto de comenzar el invierno. La vestimenta me hacía sentir arropada. Mi cabeza estaba en otro mundo. Cual podía haber sido mi error. Porqué no había ido bien. Porqué a la primera fallé, cuando en teoría era lógico. Muy lógico. Una historia que se prolongará. Un cuento que merecerá ser contado. Penas en un portal. 








Comenzó una tarde en Sevilla. Un lugar importante para mí, un lugar en el que, a pesar de no haber pasado mucho tiempo de mi vida, se han concentrado demasiados momentos intensos, demasiadas buenas vibraciones, demasiados sentimientos. Allí estaba. Entrando a casa. Con un simple cruce de miradas me bastó para saber quien era, y quien iba a ser. Cierto es que las personas normalmente nos equivocamos. Y yo me equivoqué.
 Aún intento pensar qué comenzó esa tarde.






Un domingo cualquiera. Uno más en mi vida en el que, acompañada de mi maleta, abrigada hasta las cejas y escuchando a Celine desde mi ipod de primera generación me iba a casa, haciendo recuento, como ahora, de cada vivencia, de cada fallo, de cada estrategia que aplicar. Una vida complicada, pero productiva. Allá iba yo, dispuesta a seguir con lo que me echaran. 








Desde aquel año que se me ocurrió decir en agosto ''en nada llega la Navidad'', cada vez el otoño es más corto. El momento de tumbarme y pensar, parece que fue ayer, parece que vuelve a mi como si nada, pero siempre sin ser nada. Está y estará. Espero que esta Navidad marque un antes y un después. Pero en realidad nunca lo hizo. Y ahora estoy segura de que nunca lo hará. Estará ahí pase lo que pase. Desgracia que cada Navidad me recuerda. Dulce tormento. 





Mierda. El modo aleatorio ha hecho de las suyas. Una canción demasiado reciente en mi vida como para tener que contar con exactitud lo que me provoca. Un sueño, un sueño demasiado imposible. Pero oye, ahí esta. Continuará...




Un vaso de plástico. Un líquido treméndamente malo, y caro. Unos prefieren las ''litros'', otros preferimos gastarnos un poco más de nuestra paga. Aunque no se ni para qué. La playa, mi compañía. Es demasiado. No hacen falta más de cinco líneas para explicarlo, y ya estoy empezando la quinta...




Siempre me hizo imaginar un cuarto. Un cuarto con techos muy altos, con cortinas de gasa, a una hora matinal. Cuando el sol caía desde lo mas alto de la ventana de ese lugar. Atravesando los rayos la tela que intentaba evitar su paso a la estancia. Ahora que estoy escribiendo, me doy cuenta que es tal cual lo que Mikel Erentxun quiere decirme. Un lugar inhabitado. Tremendamente solo. 







Qué felices éramos. Tú no te acuerdas. Ni si quiera aún existes en mi vida. Ni si quiera sé si existes en algún otro lugar. Pero seguro que lo recuerdas. Estábamos en esa casa. Esa casa que siempre se quedará en mi corazón. Era una pasada. De pensar lo que me gustaba estar allí, me entran escalofríos. ¿No lo recuerdas?, ojalá pudiéramos volver.





 Décima y última...



Este grande me dice que ya es hora de terminar el escrito. 
''Habrá que conformarse con un cuadro en la pared, pero así es la vida''. 







LPR -.







martes, 3 de marzo de 2015

Nociones básicas de la vida



Si estás leyendo esto, quiero que tengas presente una cosa: eres uno más de los más siete mil millones de personas que hay en el mundo. Si realmente quieres sobresalir del resto, sal ahí fuera, mójate sin miedo a pasar frío, coge tu tabla y asume que más de una ola te impedirá llegar hasta donde quieres. Solo lo lograrás si te propones vencer cada obstáculo. Esa y  solo esa es la única manera de ser diferente al resto. Da comienzo al largo camino que te espera.



 En la vida se te  presentaran innumerables abismos, facilitándote el hecho de salir de una mala situación, o de un problema que parece no tener solución, simplemente dejándote caer por él.
Mi consejo, asómate desde arriba, sonríele, pues en teoría, está ahí para hacerte un ''favor'', visualiza todo lo que te muestra el estar ahí ,toma notas de todo lo que ves más apartado de ti y por último, proponte bajar por donde has subido y llegar hasta esos puntos tan lejanos que el abismo te ha permitido observar. Solo una cosa más, no estés solo, pues el camino no será fácil, y necesitarás a alguien a tu lado.




 Una vez escogidos los puntos a los que quieres llegar, emprende el camino correcto. Te aseguro una cosa, no será nada fácil. Algunos tramos parecerán simples de transitar, pero ten cuidado, porque a cada paso, una tabla de madera puede romperse. En el camino no solo hacen falta las ganas por llegar y la convicción de que se hará. Hay un elemento clave, que no depende de nosotros, es la suerte. Encomiéndate a ella, porque te será esencial para lograrlo.




 Si todo ha salido como esperábamos, te aseguro que tendrás el mundo bajo tus pies. Ya no se tratará de un abismo, sino de la cima, del puesto más alto que se puede tener. Verás como otros se esfuerzan ahora por lograr el puesto que tú tienes ahora. Verás como otros se rinden por ser demasiado costoso y verás como algunos intentarán arrebatarte ese punto álgido, ese último escalón. Mantén la calma. Tú ya lo has logrado. 





   Trabaja día y noche, sin descanso. Pues no solo cuesta conseguirla, también cuesta mantenerla. Un simple despiste te costará tener que volver a emprender el duro camino, que sin duda, resultará más complejo que la primera vez. Trabaja, lucha, esfuérzate por mantener lo conseguido y nunca pienses que es menos de lo que los demás tienen. No hay cosa más valiosa y más importante que lo que uno mismo ha logrado obtener, por esmero sobre todo, y por un empujón de suerte.


''Trabaja por la noche, todo se ve de una manera más bohemia, y recuerda que los bohemios están siempre en lo correcto''.
''Trabaja por la noche, pues aquellos que quieran arrebatarte tu puesto están a la espera de que duermas''.

sábado, 7 de febrero de 2015

Una balanza de importancia

Un día una amiga me dijo: “Las amistades son pasajeras, dependen del momento, de cada situación”. Esto me hizo reflexionar. Es cierto que la sociedad tiene bastante asumido que es necesario un mejor amigo o amiga en la vida, que siempre hay alguien que nunca te fallará, que estará ahí pase lo que pase; pensemos un momento en el sentido de lo eterno. Esto es algo con lo que normalmente solemos tropezar.
Analizando estas palabras, es cierto que todos tenemos alguien especial en nuestra vida. Una persona que ocupa nuestra mente en los momentos clave del día, a la que llamarías si ocurriera cualquier anécdota digna de contar. Y si alguno de los que está aquí no la tiene que me corrija. Pero, también es cierto que la vida no es homogénea, es decir, es totalmente cambiante. Hay muy pocas cosas que se mantengan estables en nuestro día a día, y qué decir en largas temporadas.


Normalmente todo cambia de un año para otro: Cambiamos la forma de pensar, cambiamos de aires, cambiamos de vivienda, y por consecuencia, cambian las personas que tenemos a nuestro alrededor. Es ley de vida, que en un momento u otro acabemos dejando atrás el entorno que, hasta el momento, ha sido con el que nos hemos identificado. Amistades y amores se quedan atrás. Es el resultado de un distanciamiento corporal, que normalmente es acompañado por el intelectual, es decir, una perdida sucesiva del contacto. Si se puede decir que la familia es de lo poco que permanece constante, pues los lazos son naturales y no elegidos. Aunque quede forzado el decirlo, ni aunque quisiéramos, dejarían de ocupar el papel que tienen en cada vida.

Dejando la familia a un lado y centrándonos en el tema del distanciamiento, no necesariamente la distancia se produce por un tema de lejanía entre dos lugares. Dos personas pueden estar más unidas cuando están lejos que cuando viven en un mismo lugar. Con esto quiero decir  que la distancia, a veces, puede unir a las personas, haciendo que se valore más el hecho de tener a alguien cuando estamos lejos que cuando lo tenemos más cerca
.
¿Quién no ha oído nunca la frase "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde"?, pues bien, a veces la distancia une, sí, pero la mayoría de veces aleja. Esto no quiere decir que una de las dos  personas que  componen una relación sea débil, o no sea capaz de soportar el espacio material; la propia inercia de la vida hace que esto ocurra. Y en estas situaciones es cuando realmente valoramos lo que antes teníamos delante.

La distancia entre dos puntos hace que uno valore lo que tiene, y  se replantee lo que  tenía. Hace que nos demos cuenta del interés que muestran las personas que teníamos antes cerca en esta nueva situación por continuar como antes, enfrentándose ellas mismas a una especie de "autojuicio" en el momento en el que deciden mantener un contacto directo con los que estamos lejos o dejar de mantenerlo.


Este es un aspecto positivo. Valoremos, pues, los que estamos lejos de nuestro lugar esta situación que estamos viviendo. Asumamos, que  nuestro lugar ya no es el de antes, que  tenemos que decidir a quién prestar más atención y quien merece nuestras penas. Tenemos que abrir la mente, quitarnos la boina, y tender nuestra perspectiva de la vida a nuevas concepciones. Con esto no quiero decir que dejemos de lado lo que antes teníamos, pero tampoco nos puede condicionarnos el futuro.


La distancia no es una manera de limitar nuestras posibilidades, o de acabar con nuestra forma de vivir anterior. Es una prueba que la vida pone, más bien una oportunidad que se nos da para que podamos poner en una balanza todo aquello que antes nos importaba y probablemente ahora nos importe, en un lado, y  en el otro, lo que nos está empezando a importar ahora. La balanza la sujetamos nosotros mismos, junto a un reloj. El peso de cada lado de la balanza no solo depende del valor o importancia  que tenga cada extremo, sino el tiempo y el esfuerzo que le queramos dedicar a cada lado, y del interés que cada extremo ponga por llegar al suelo.
La distancia no es un problema, es una ocasión, y tú decides que es lo que quieres mantener y que vas a dejar atrás.

Pero una cosa está clara, el tiempo no es eterno, y hay que saber decidir por orden de importancia a quien queremos dedicarlo.