miércoles, 3 de mayo de 2017

La Fórmula de la Vida

Es curioso el método que tiene nuestra cabeza de almacenar ideas. Somos una máquina perfecta a modo de caja fuerte. Vivimos cada momento, cada día, sin saber si volverá a salir de nosotros de nuevo, o si se quedara para los restos ahí dentro. 

Si vives algo que te marca ese momento, un encuentro, una canción, un lugar, seguramente sea memorable y lo vuelvas a sacar en alguna ocasión. Pero por desgracia, este proceso no puede controlarse.  




Somos seres contradictorios e indecisos. Lo que deberíamos hacer no lo hacemos. Complicamos a vida a los demás y nos la complicamos a nosotros mismos. 

"No generalices tanto, anda"

No arriesgamos, porque no queremos perder. No cometemos locuras por saturar demasiado nuestra máquina perfecta, por sobrepasarnos o por superar limites estrictos impuestos desde un supuesto orden vital realmente indefinido. 

"Las mejores vivencias son locuras, no dejes de ser así"

Somos personas, y por ende tenemos miedo. Miedo a vivir, miedo a que salgan de la caja fuerte espectros que no nos van a hacer bien. Pasado pisado. Pero tu conciencia te recuerda en ese momento: "eres lo que eres por lo que has hecho". Por eso tu pasado es fundamental, es lo que ha hecho que seas así ahora. ¿Por qué olvidar todo?

 "Seguramente te hagan bien recordar en algún momento, y no lo sabes" 

Estamos casi seguros de todo, y lo peor de todo es que lo hacemos parecer. Damos a conocer un yo prepotente y repugnante, que no está abierto a correcciones o a un crecimiento interno. 

"¡No sabes nada aún!"

Necesitamos consejos, consejos y más consejos para poder vivir. Necesitamos ver que otros han sobrevivido a las mismas pisadas y a los mismos puentes. Que aún no se han llevado a nadie por tomar una decisión medio importante. 

"Tomando decisiones es la única manera que hay conocerse"



Habrá maneras erróneas de vivir, de afrontar situaciones y de tratar a personas. Jamás te arrepientas de nada, hay que estar orgulloso de lo que uno hace y ser consecuente con los caminos que se toman. Y si, queda bien pedir perdón, pero mejor que te lo pidan a ti. Que se arrastre. No hagas ni caso.


¡Claro que hay que arrepentirse, joder!


No le debes nada a nadie. Haz lo que quieras, tienes derecho a tener tus días malos y encerrarte en ti. Eres persona y por ello el mundo tiene que comprenderte, pobre de ti, claro. Tranquila, que es normal, te entiendo.

¿Pero qué dices?


Soy enemiga de los tópicos, pero esto es necesario que la gente lo lea, y lo interiorice como si del propio alma se tratase. La mejor forma de vivir, es colaborando con que los demás sean felices.  Es la mejor manera de estar a gusto y en paz. Vive, deja vivir, y facilita la vida. 


L.